La sangre teñía de rojo el patio interior de la casa de Valencia en la que la policía encontró la noche del martes el cuerpo de una mujer de 53 años que murió apuñalada supuestamente por su pareja sentimental. El agresor, de 62 años, se encontraba en la casa cuando la policía llegó y fue detenido. Este miércoles estaba a la espera de ser puesto a disposición judicial. En la pareja, de nacionalidad boliviana, no constan denuncias previas, según el Tribunal Superior de Justicia de Valencia. Con esta se elevan a 30 las víctimas mortales por violencia de género en lo que va de año.

Los hechos se produjeron alrededor de las 21.20 del pasado martes cuando la policía recibió una llamada alertando de que había una mujer apuñalada en una casa baja de la calle Berní y Catalá de Valencia. Cuando los agentes llegaron, el supuesto agresor abrió la puerta de la casa con una herida en el pómulo y manchas de sangre, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Valencia. El hombre permitió la entrada de los agentes en la casa, quienes encontraron a la mujer en la cocina con tres puñaladas y en medio de un charco de sangre. La víctima, que se encontraba semiinconsciente, fue trasladada aun con vida al Hospital Clínico donde, tras ser operada de urgencia, finalmente falleció dos horas después.

El caso está en manos del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Valencia. Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano, el hombre se encontraba este miércoles detenido a la espera de pasar a disposición judicial y no constan denuncias previas relacionadas con la pareja. El hombre relató a los agentes que había tenido una discusión con la mujer durante la cual cogió un cuchillo y se abalanzó sobre ella. El detenido alegó que la víctima le había agredido durante la pelea.

La casa en la que se produjo la agresión ha sido precintada a la espera de que la policía científica realice la inspección ocular. El agresor hacía tres meses que vivía en la casa, alquilada a un vecino del barrio.

El hijo del propietario cuenta que su padre fue a casa del inquilino para hablar con él y oyó la discusión. Aunque pensó en llamar a la policía finalmente no lo hizo y, según su versión, fue el propio agresor quien avisó al 091. La pareja convivía en la casa pero según el hijo del propietario la víctima era solo una amiga. Aunque no se encontraba en el lugar de los hechos en el momento en que ocurrieron, cuenta que el motivo de la discusión fue que el agresor estaba echando de casa a la víctima y la violencia aumentó hasta que la apuñaló.

Según cuenta una vecina cuyas ventanas dan al patio trasero de la casa, la policía encontró a la mujer en el patio interior de la vivienda, donde yacía con vida hasta que los servicios sanitarios la rescataron. Esta vecina explica que vio a los agentes acceder al patio con linternas porque la casa no tiene electricidad.

La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, condenó el crimen machista de Valencia e insistió en la importancia de la denuncia porque “no hay mejor aliado del maltrato que el propio silencio”. De las 30 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año —seis menos que en el mismo periodo de 2011— solo seis habían denunciado a sus agresores.