Una posible obsesión mortal
La joven vizcaína asesinada en Castro fue apuñalada el día en que se disponía a iniciar sus vacaciones
Los resultados de las autopsias que se practiquen a los cadáveres de la joven vizcaína Leire G.-B. y de su presunto asesino, un joven de nacionalidad rumana cuyo nombre corresponde a las iniciales S.V., quien trabajaba para la familia de la víctima y que tras cometer supuestamente el asesinato a cuchilladas se ahorcó, van a resultar claves para aclarar de forma definitiva las confusas circunstancias que todavía rodean el crimen. La mujer, de 28 años, fue encontrada muerta en la tarde de anteayer en las instalaciones de una empresa propiedad de su familia en el polígono Vallegón, en la localidad cántabra de Castro Urdiales.
La Guardia Civil proseguía ayer las investigaciones del caso. Fuentes del instituto armado han guardado en los últimos dos días un total mutismo sobre las pesquisas.
Algunos miembros de la familia de la asesinada recordaban ayer que la joven pensaba marcharse de vacaciones con su novio el mismo viernes una vez concluyese su jornada laboral en la firma familiar.
El supuesto asesino de Leire G.-B. contaba con antecedentes por agresión sexual, según informó la Delegación del Gobierno de Cantabria. Vecinos de Castro que conocen a la familia de la asesinada apuntaban ayer como una posible hipótesis de los hechos la obsesión que al parecer había desarrollado el joven rumano por Leire desde que comenzase a trabajar para sus familiares.
Las primeras investigaciones apuntan que la muerte fue causada por, al menos, tres puñaladas, una de las cuales le alcanzó en la yugular y pudo resultar fatal.
La investigación se halla a la espera del resultado de las autopsias
El cuerpo sin vida de la joven fue hallado bajo una carretilla elevadora a primera hora de la tarde del viernes, después de que saltara la alarma en su familia ya que a lo largo de la mañana no contestaba a las numerosas llamadas a su móvil. Poco después, un empleado de la empresa, un joven rumano, de 22 años, fue hallado ahorcado en su domicilio de Castro Urdiales, junto a una nota en la que pedía perdón.
La investigación de los móviles del crimen pasa por determinar con claridad la actitud que en los últimos meses mantenía el presunto asesino con respecto a Leire y a sus allegados.
Un tío de la joven señaló ayer que su sobrina y S. V. se conocían por el citado vínculo laboral. El sospechoso, añadió, se encargaba de cuidar los jardines de chalé donde reside la familia en la localidad vizcaína de Abanto-Zierbena. Además, se hallaba empleado desde hacía unos tres años en la empresa de importación y distribución de objetos de regalo Idanka, donde se encontró el cadáver de Leire. La firma es propiedad del padre de la apuñalada, quien la puso en marcha precisamente para ayudarla. “Con la crisis, el padre le puso un negocio”, comentaba ayer un familiar.
La joven asesinada, ingeniera industrial, era vecina de una urbanización del barrio de Sanfuentes, sita en el mencionado municipio vizcaíno, y la mediana de tres hermanos.
El crimen ha causado una fuerte conmoción tanto en Castro Urdiales como en Abanto-Zierbena. El Ayuntamiento de esta última población se encuentra a la espera de los resultados de la investigación para determinar si emprende alguna actuación, según explicó ayer su alcalde, Manu Tejada. Emakunde mostró ayer su condena por la muerte de la joven.