ARTISTA: Ana María Herrero

Técnica: video

Año: 2010

Dimensiones / Duración: 03:07

En este video reviso la construcción del estereotipo femenino desde el ámbito cinematográfico y televisivo. Mi trabajo se centra en la apropiación de imágenes que nos muestran los medios de comunicación, específicamente, Cine y Televisión.

Estos dos medios son los más relevantes, porque contienen una grandísima difusión y transcendencia mediática. Por ello contribuyen a favorecer la reproducción audiovisual masiva y la repetición de los estereotipos.

Considero que es necesario el uso de la apropiación para cuestionar, revalorizar y criticar la imagen que nos muestran los medios de comunicación, concretamente el Cine y la TV, que es lo que planteo en mi trabajo. Las imágenes deben ser interrogadas, no sólo para revelar su falsedad, sino también para desenterrar su verdad oculta.

Lo que pretendo es generar una reflexión, a través de mi obra videográfica, sobre lo que nos muestran ambos medios respecto al sujeto femenino. Mediante la realización del video, intento mostrar la construcción de la mirada vouyerística, la construcción del estereotipo y el rol que se ha generado y potenciado sobre la gran acumulación de estereotipos femeninos que han permanecido soterrados y que aún hoy permanecen vigentes. También quiero hacer hincapié en la posición de la mujer como espectadora, y es que la gran pantalla tiene poder proyectando un modelo de mujer que es imitado por el público femenino.

Como mujer, espectadora y artista he sentido la necesidad de manifestar un trabajo lo bastante crítico o así al menos lo pretendo, que visibilice, cuestione y conciencie las construcciones a las que nos someten los medios masivos. Impulsada por la constante representación que los medios proyectan y ejercen sobre la mujer donde predomina la mirada masculina.

La sociedad debe tomar una actitud crítica ante lo que le es proyectado, es decir, no tolerar la misma mirada vouyerística del hombre, porque de ese modo no conseguiremos ningún cambio socio-cultural y la mujer seguirá siendo observada como un objeto sexual, mercancía en vez de un sujeto.