Activismo ciberfeminista: lucha por la libertad en la red y por la defensa de la cultura libre, incorporando contenidos digitales sobre los derechos de las mujeres y la denuncia de la desigualdad con herramientas como las redes sociales que han permitido la difusión masiva de contenidos que conecten la técnica con los movimientos sociales.
Arte activista: a veces denominado “movimiento a favor de la democracia cultural” y situado entre el mundo del arte y el de la organización política. Basado, por una parte en la subversión y, por otra, en la toma de poder, el arte activista interviene tanto desde dentro como más allá de la fortaleza sitiada de la alta cultura -o del llamado mundo del arte- con la intención de sugerir nuevas formas de conexión de l@s artistas con las fuentes de energía de su propia experiencia. Por tanto, el arte activista proporciona una conciencia de desarrollo compartida cuyo impacto no podemos predecir. El arte activista ante todo es un arte orientado en función del proceso, un arte que tiene que tomar en consideración, no sólo los mecanismos formales dentro del propio arte, sino también de qué modo llegar a su contexto y su público y por qué.
Activismo cultural: mezcla de prácticas artísticas esencialmente colaborativas surgidas a mediados de los años setenta del siglo XX, expandidas en los ochenta e institucionalizadas en los noventa con la intención de desafiar, explorar o borrar las fronteras y las jerarquías que definen tradicionalmente la cultura tal y como ésta es representada desde el poder. Estas prácticas culturales suponen la plasmación última de la urgencia democrática de dar voz y visibilidad a quienes se les niega el derecho a una verdadera participación y de conectar el arte con un público más amplio.
Activismo visual feminista: abordaje de lo político a partir de la creatividad como alternativa a formas más tradicionales de militancia feminista con la intención de hacer visibles situaciones y lugares de opresión que vivimos las mujeres como sujetos sociales a través de la producción y puesta en circulación de herramientas simbólicas.
Artivismo: neologismo surgido de la fusión de las palabras arte y activismo que se utiliza para referirse a las obras que participan de ambos intereses. Así pues, se podrían definir como artivistas los proyectos artísticos alternativos con intención socializadora y los espacios críticos que cuestionan distintos aspectos sociales y culturales desde una posición eminentemente artística. Este término nació en los ambientes del net art y hace del arte un instrumento de lucha o análisis social.
Ciberfeminismo: acuñado a principios de los años noventa por el grupo australiano VNS (Venus) Matrix, según Sadie Plant, el ciberfeminismo es una cooperación entre mujer, máquina y nuevas tecnologías. Los objetivos de su lucha son el ciberespacio, el diseño industrial y la educación, es decir, todos aquellos campos en los que el proceso tecnológico presenta un sesgo sexista por el cual se excluye a las mujeres de las posiciones de poder dentro de la tecnocultura. Según Rosi Braidotti, la estrategia más efectiva para las mujeres sigue siendo utilizar la tecnología para liberar nuestra imaginación colectiva del falo y sus valores accesorios como son el dinero, la exclusión y la dominación, el nacionalismo, la femineidad icónica y la violencia sistematizada.
Ciberfeminismo social: según la periodista Montserrat Boix creadora de Mujeres en Red, el ciberfeminismo social, a diferencia del ciberfeminismo radical, pertenece a corrientes de pensamiento, preocupaciones, avances teóricos y prácticas muy diferentes con respecto a las que sostiene el ciberfeminismo radical asociado a organizaciones, redes y movimientos sociales que han incorporado las TIC como canales de comunicación con una tradición de pensamiento y acción anterior a la aparición de las redes e Internet, donde grupos tradicionalmente marginados reclaman nuevos espacios políticos. Para el ciberfeminismo social la educación tecnológica femenina es una prioridad con la finalidad de modificar la presencia masculina en el ciberespacio. Es por ello que uno de sus demandas es que en la web se contemplen los intereses de las mujeres.
Hacktivismo: neologismo procedente de la fusión de las palabras hacking y activismo. Sus practicantes se podrían definir como hackers que realizan acciones políticas de sabotaje consistentes en penetrar en espacios institucionales y políticos para introducir mensajes de contenido contrario. Del cruce entre ambos términos nace el art hacktivismo, práctica basada en acciones de sabotaje orientadas a denunciar la peligrosa inclinación de la red a emular todas las convenciones artísticas tradicionales: derechos de autor, objetualización y su consecuente comercialización.
Mediactivismo: concepto de origen anglosajón, el mediactivismo es una red mundial. Para comprenderlo y describirlo es necesario imaginar un ambiente interconectado hecho de flujos informativos, redes, campañas mediáticas, programador@s, escritor@s y periodistas free lance. No es solamente un fenómeno social y político ya que representa un laboratorio de innovación, de experimentos de medios y modelos sociales que veremos desarrollarse plenamente en la sociedad del futuro.
Net.activismo: activismo político en Internet a través del cual denunciar y difundir protestas situando los procesos de apropiación de los medios de comunicación por parte de los ciudadadan@s en una óptica de cambio social y resistencia.