SUSANA MARTÍNEZ / ANGÉLICA GUZMÁN 14 NOV 2013 – 21:45 CET

Las relaciones de violencia no acaban con la denuncia, con la orden de protección, ni tan siquiera, con el posible ingreso en prisión del agresor

Con el último asesinato en Torremolinos, según los datos oficiales, ya son 44 las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en nuestro país. En este último caso, la mujer contaba con dos órdenes de alejamiento de parejas anteriores y era considerada de “bajo riesgo” por no recibir visitas ni amenazas de estas. Entonces, ¿qué ha fallado?

Las relaciones de violencia no acaban con la denuncia, con la orden de protección, ni tan siquiera, con el posible ingreso en prisión del agresor. Alejar al agresor es solo un comienzo, imprescindible, por otra parte, pero no suficiente.

Es necesario trabajar con la víctima. Realizar una reestructuración del concepto de pareja y de relación. Si este proceso no se lleva a cabo, la historia de violencia continúa, quizá no con ese agresor, pero es muy probable que con otro; otro hombre que la trate de la misma forma que el anterior, que a ella le permita comportarse como ha aprendido que debía hacerlo, bajo la sumisión y el miedo. No es fácil reaprender lo que es el cariño, o lo que son las formas saludables de relación, y, menos aún, en una sociedad en la que los celos siguen considerándose “una muestra de amor”, y que de forma natural tiende a descargar de responsabilidad a los agresores.

En este caso lo vemos una vez más, según se ha recogido por algún medio de comunicación: el casero de la pareja afirma que el agresor tenía “depresión y no estaba muy bien de la cabeza”, por lo que no parecía muy sorprendido con lo ocurrido. Depresión, consumo de alcohol u otras sustancias… A menudo, aparecen argumentos que liberan al agresor de su responsabilidad y ponen el peso de la culpa en las circunstancias del hecho o, lo que es peor, sobre la propia mujer. Parece que se nos olvida que no son ellas las que mueren, son ellos quienes acaban con sus vidas.

Desde la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres condenamos este nuevo asesinato y hacemos un llamamiento sobre la importancia de que las terapias psicológicas especializadas cobren una mayor relevancia en la intervención con mujeres víctimas de la violencia de género, como medio para evitar la repetición de patrones propios de este tipo de violencia y en la valoración del riesgo de la víctima. Siendo para ello imprescindible reforzar los medios y recursos con los que cuentan las entidades destinadas a la intervención con mujeres víctimas de violencia de género.

En Madrid, la Comisión para la investigación de Malos Tratos a Mujeres cuenta con un centro especializado que proporciona apoyo psicológico gratuito a las mujeres víctimas de malos tratos y a sus hijos e hijas, al que se puede acceder a través del teléfono gratuito de información 900 100 009.

Susana Martínez Novo es presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos.

Angélica Guzmán Fornell se encarga del departamento de comunicaciones y redes sociales de la comisión.

Fuente: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/11/14/vidayartes/1384461937_009884.html