Abusos sexuales y acoso en los centros de detención de inmigrantes de Estados Unidos
En mayo de 2010, salieron a la luz noticias de que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) estaba investigando las acusaciones de que un guardia del centro de detención de inmigrantes T. Don Hutto Residential Center, en Texas, había agredido sexualmente a varias detenidas. El guardia, que fue arrestado el 19 de agosto de 2010, bajo sospechas de opresión oficial y retención ilegal, supuestamente asaltó sexualmente a varias mujeres cuando eran trasladadas a un aeropuerto y una estación de autobuses donde iban a ser puestas en libertad. Pese a que los medios de comunicación cubrieron este caso como un incidente aislado, se trata apenas del último ejemplo en una serie de agresiones, abusos y episodios de acoso que ha surgido calladamente como un patrón en el sistema nacional de detención de inmigrantes, el cual ha registrado últimamente una rápida expansión. Debido a la escasez de información pública disponible y la naturaleza poco transparente del sistema de detención, no está claro hasta qué punto estos abusos sexuales contra personas inmigrantes detenidas es un problema generalizado en todo el país. Aun así, los incidentes y acusaciones que han sido revelados hasta ahora son demasiado graves y numerosos como para ser ignorados. Estos episodios ponen en evidencia la necesidad de que se lleve a cabo una investigación urgente y de que se tomen medidas para corregir evidentes fallas en la normativa de detenciones y su puesta en práctica y supervisión.
Las acusaciones de abuso en Hutto son aún más alarmantes si se tiene en cuenta el lugar donde ocurrieron. Hace un año, en agosto de 2009, el gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció planes de reformar el sistema de la detención de inmigrantes. En el plan de reforma que se diseñó, Hutto era el modelo a seguir. Anteriormente un centro de detención familiar, Hutto pasaría a convertirse en un centro de detención exclusivamente para mujeres. Se suponía que serviría como ejemplo de la supervisión mejorada que había planeado el ICE, y de forma “más suave” de detención, para reflejar la naturaleza no penal de la custodia inmigratoria. El anuncio de las reformas del sistema de detenciones también señaló que la respuesta de la agencia a los casos de abusos sexuales era un área a mejorar. Un informe de la experta en detenciones Dora Schriro, cuyas conclusiones sirvieron como fundamento para las reformas, decía: “El sistema debe hacer un mejor uso de buenas prácticas como…prácticas que cumplen con la Ley Nacional para la Eliminación de las Violaciones Sexuales en Prisión”.
Un año después, la supuesta agresión sexual a las mujeres de Hutto sirve como un crudo recordatorio de lo mucho que tiene que mejorar todavía la reforma de detención inmigratoria. Si bien el ICE ha tomado importantes pasos en dirección a esa reforma –incluyendo el esbozo de nuevos estándares de detención con la participación de defensores de los derechos de inmigrantes y detenidos— aún se necesitan más medidas (como la publicación de esos estándares y mejoras en la supervisión y rendición de cuentas para velar por su implementación), con el fin de garantizar la seguridad y el trato igualitario para las personas en detención inmigratoria.
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Fuente: HUMAN RIGHT WATCH. http://www.hrw.org/es