México, 1962

Ahondando en el arte abstracto, da un giro a las técnicas usuales en el arte que denuncia la violencia machista. Para entender su obra no basta con mirar, también hay que leer. Definitivamente, se trata de una artista muy comprometida que ha dedicado su obra a las mujeres y a la crítica necesaria de la hegemonía del hombre. Dos de sus obras merecen mención, una es Falocracia, en donde se denuncia la utilización del pene como arma, en una violación, en lugar de utilizarse como “un instrumento de placer y procreación” (Laura Begoña). El segundo trabajo es Feminicidios, en donde incluye a todas las mujeres que han muerto por malos tratos en el mundo. Ambas son de 2009. Siendo mexicana y teniendo tan cerca uno de los casos más graves de feminicidio en el mundo, como son los que están ocurriendo en Ciudad Juárez, es de esperar que la artista se solidarizara con la lucha por erradicar estas prácticas en un ámbito local. La artista entiende el sentido de que las mujeres deben romper las fronteras y erradicar el machismo, tan agresivo y que cobra tantas vidas en el mundo entero. Estas dos obras fueron expuestas en Arte Activismo, una muestra de arte que se llevó a cabo con motivo de una serie de eventos que desarrolló un grupo de artistas mexicanas en 2009, para educar sobre la violencia de género.[1]